
NATIVAS
Nativas, para Inongo-vi-Makomè, es la “fotografía” o la crónica de la invisibilidad de los inmigrantes del Sur, sobre todo los negros africanos, en tierras de Europa. A pesar de su esfuerzo, sacrificio, y por consiguiente su gran aportación en el bien estar que Europa conoció en los últimos tiempos, sus esfuerzos no son apreciados, y menos reconocidos. Así, Montse y Roser, dos mujeres maduras, adineradas y solteras, idean una noche, bajo las mentes nubladas por los vapores del alcohol, buscar a partir del día siguiente un inmigrante desamparado, al que utilizarían como una maquina de hacerle el amor.
Nativas, para Inongo-vi-Makomè, es la “fotografía” o la crónica de la invisibilidad de los inmigrantes del Sur, sobre todo los negros africanos, en tierras de Europa. A pesar de su esfuerzo, sacrificio, y por consiguiente su gran aportación en el bien estar que Europa conoció en los últimos tiempos, sus esfuerzos no son apreciados, y menos reconocidos. Así, Montse y Roser, dos mujeres maduras, adineradas y solteras, idean una noche, bajo las mentes nubladas por los vapores del alcohol, buscar a partir del día siguiente un inmigrante desamparado, al que utilizarían como una maquina de hacerle el amor. Contratan los servicios del inmigrante Bambara Keita, de Mali, que se ocultaba bajo esa falsa identidad, y que en realidad era, Gérard Essomba, un ciudadano camerunés. El inmigrante cumple con su convenido. Llena de felicidad sexual a las dos mujeres. Éstas pierden los problemas que les provocaba la falta de sexo anteriormente. Pero a pesar de este saneamiento, las dos mujeres mantienen al africano en plena oscuridad, o clandestinidad. Se avergüenzan de su presencia. No se dejan ver con él, por temor a lo que dirán…. Pero la cosa cambia cuando a una de ella, su empresa decide mandarla durante unos años fuera de su Barcelona natal. Cuando estaba a punto de perder la posibilidad de seguir compartiendo los servicios del inmigrante con su amiga, es entonces cuando afloran sus sentimientos y el conflito.