
Con este título, el autor ha querido recordar a los inmigrantes del presente, ciertos aspectos del pasado en Europa, para que no les ocurriera después lo mismo. En los siglos pasados, habitaron negros en varios países de Europa, ya sean traídos como esclavos, o lo que sea. Todo ello está más que documentado. Pero la pregunta es: ¿Dónde están los negros que habitaron lugares como la península Ibérica en los siglos pasados? ¿Dónde están sus descendientes? A esa pregunta nadie contesta. ¿Es acaso el mismo silencio que se obtendrá cuando unos cuántos siglos después, otra persona ose interesarse sobre nosotros, los inmigrantes negros que habitamos el continente del hombre blanco? Así mismo el autor mete el dedo en la llaga en un tema delicado, como es el de la segunda generación.
Con este título, el autor ha querido recordar a los inmigrantes del presente, ciertos aspectos del pasado en Europa, para que no les ocurriera después lo mismo. En los siglos pasados, habitaron negros en varios países de Europa, ya sean traídos como esclavos, o lo que sea. Todo ello está más que documentado. Pero la pregunta es: ¿Dónde están los negros que habitaron lugares como la península Ibérica en los siglos pasados? ¿Dónde están sus descendientes? A esa pregunta nadie contesta. ¿Es acaso el mismo silencio que se obtendrá cuando unos cuántos siglos después, otra persona ose interesarse sobre nosotros, los inmigrantes negros que habitamos el continente del hombre blanco? Así mismo el autor mete el dedo en la llaga en un tema delicado, como es el de la segunda generación. Aquellos hijos de los inmigrantes que van naciendo en tierra de Europa. No son africanos, aunque así lo afirman las estadísticas de sus respectivas etnias. Tampoco ellos quieren serlos por la repulsión que les causa el continente de sus progenitores debido a sus múltiples e interminables problemas. Pero tampoco son del todo de las naciones de Europa donde han llegado al mundo, aunque así lo afirmen los documentos que lleven encima… Los nativos blancos no acaban de otorgarles los mismos derechos que les atribuyen sus respectivas constituciones. Luego está la peculiaridad del tema de los negros de la cultura lusa e hispana. Igual que en los países latinoamericanos, es decir, aquellos países donde dominaron los españoles y los portugueses, los niños negros que nacen en España, se escoden de ellos mismos. Se avergüenzan de su color, no se quejan, no protestan, igual que en Brasil y en otros países de Latinoamérica…