Nuestro mundo, lo cubren tanto la luz del día como las sombras de la noche en el mismo tiempo. Y es así también como en él anidan también tanto los buenos espíritus, los malos espíritus al mismo tiempo. Es lo que pasa en este drama, donde unos habitantes de un pueblo que lo habían abandonado por las guerras, retornan tiempo después para reconstruirlo. Sin saberlo, el buen espíritu les agradece el gesto y se compromete a velar por ellos. Pero se presentó también el espíritu malo que, igual que el espíritu bueno, reivindica la tutoría del lugar… La guerra entre estos dos espíritus que los habitantes vivos no perciben, acaba repercutiendo en la harmonía que mantenían…